Tres generaciones (la cuarta en proceso) de la familia con el sobrenombre de Irwell están asentadas en nuestra zona, ocupando el espacio público del barrio como propio, pues son los únicos usuarios que lo emplean. La peculiaridad de los nuevos Irwell es su fertilidad. Dentro de un par de generaciones se espera que la comunidad haya adquirido un carácter endogámico si siguen llevando este ritmo de descendencia, cuando los lazos sanguíneos sean suficientemente lejanos.


