Cuatro proyectos se colocan en el entorno cercano al castillo de Peñarroya, configurando un sistema de eventos repartidos a lo largo del año, asociados al concepto de temporalidad y expansion.
En un primer lugar, un proyecto asociado a las romerías que se celebran en abril y septiembre, y que llevan y traen la virgen del castillo a la ciudad.
En segundo lugar, un proyecto que coloniza una serie de casas abandonadas creando una estructura para la celebración de una rave en determinados momentos del año, que se monta y se desmonta por los propios usuarios.
En tercer lugar, un proyecto que coloniza el castillo y se expande a lo largo del territorio, creando una nube de estructuras donde se busca la convivencia entre aves y humanos, y que va asociado a sus ciclos migratorios.
Por último, un proyecto que busca revalorizar la necrópolis musulmana descubierta en los entornos del castillo, cubriéndola con una estructura pétrea que busca camuflarse con los materiales locales y del terreno preexistente, protegiendo la excavación bajo ella.
