Este proyecto propone una rehabilitación tanto estructural como vital-espiritual vinculado a un recorrido a través de la naturaleza, donde la arquitectura y el paisaje se integran para generar una experiencia transformadora con un inicio y un final más allá de lo habitado. El espacio genera una comuna autosostenible por los mismos habitantes de ella, donde el sustento es generado además de productos adicionales que podrán ser vendidos en el exterior, creando así el vinculo con el exterior, que no va mas allá. El camino inicia en un acceso marcado por un invernadero y espacios vegetales e una plaza exterior que genera un mercado, simbolizando el umbral entre lo cotidiano y lo trascendental. A lo largo del recorrido, diversas edificaciones ofrecen experiencias vitales que invitan a la introspección, la conexión con el entorno y la reflexión personal, además de ser útiles para la convivencia y supervivencia de la sociedad. La propuesta busca potenciar el vínculo entre el ser humano, la naturaleza y la espiritualidad a través de una secuencia espacial cuidadosamente diseñada, siempre en torno a la autosuficiencia y la convivencia.



