EN un lugar de la Mancha, cuyo nombre recuerdo como Cincocasas, no ha mucho tiempo que los residuos de tal pueblo se acumulaban en los alrededores del entorno a pequeños montículos de tierra y escombro. El proyecto comienza desde el planteamiento de querer regenerar esos montículos o Bardales, para convertirlos en Vergeles y poder habitarlos. Para ello, la primera fase es crear unos caminos que una esos bardales entre si y con el pueblo, para que, unido con el movimiento del cottagecore y la revalorización de la vida rural, todos esos materiales pueden ser reutilizados.
Se plantean entonces, unos caminos por medio de un estudio de voronoi en el que los centros de las burbujas son los bardales. Una vez decididos los caminos, o Arterias, se estudia la cantidad de tráfico que van a tener que soportar cada tramo de ellos, estableciendo así una jerarquía.
Dentro de toda esa estética del cottagecore, surge el proyecto de la terma, pensado como reclamo turístico y de retiro, aprovechandose de la soledad y resguardandose de la solana de la estepa manchega.
La trinchera termal se crea a partir de la macla de una serie de piezas núcleo, pensadas como micro espacios en los que disfrutar de las aguas de los acuíferos de la zona y de la entrada sinuosa de luz a esos espacios por medio de patios diversos que dirigen y dibujan la luz creando estancias misteriosas y relajantes entre la penumbra.
La conexión entre las estancias de baño se realiza por medio de un espacio que las conecta y que se ensancha o se estrecha en función de las estancias que alberga a sus costados.
El recorrido se amolda al bardal, de forma paralela a la intervención del otro lado de este, como si de un paréntesis se tratara, que abraza el espacio rehabilitado, lo protege y de esta forma le da valor. Se revaloriza la naturaleza.
En cuanto a la vivienda, el proyecto se basa en la tipología de muro equipado, el el que todos los diferentes usos de la vivienda quedan ocultos por un plano tapiz de madera, generando un espacio abierto, libre y diverso entorno al que se desarrolla el habitar.
De tecnología, el proyecto habla de masividad, de aprovechamiento de la tierra, de lo tectónico, y así es su construcción. El plano de suelo más hacia los infiernos se sitúa a 7 m bajo el nivel de rasante de al rededor del bardal.