Al acercarse al sitio, el carácter salvaje de este no-lugar impacta de inmediato. Se distingue por su dejadez, contrastando con los jardines y parques cuidadosamente diseñados de los alrededores. Preservar esta riqueza natural ha sido el elemento central del proyecto Habitar el Puente. Elevando el proyecto, ha sido posible jugar con las diferentes alturas para conectar el sitio y preserver este caracter.

Alexis Bernier – Rita Costa
La planta baja se anima con mercados instalados al pie de cada torre. Estos espacios vibrantes forman un recorrido dinámico en el corazón del bosque urbano, invitando a los visitantes a pasear entre los puestos mientras redescubren una naturaleza que ha recuperado su espacio.

El interior del puente se convierte en un lugar de vida suspendido. Allí habitan estudiantes, conviviendo cerca de los troncos de los árboles que, con el tiempo, han recolonizado el sitio.

El puente, con sus jardines, quiere ser un elemento que conecte el barrio y los parques. Vincula puntos clave del barrio, permitiendo que el usuario pasee caminando o en bicicleta.

Las torres de viviendas familiares se elevan discretamente por encima de la copa de los árboles. Su revestimiento de paneles de corcho y madera asegura una integración delicada con el paisaje. Las aberturas de las torres están diseñadas para que cada miembro de la familia pueda apropiarse de la ventana a su manera.


