Atendiendo a la necesidad de rellenar los intersticios que se generan entre los grandes núcleos, nace la oportunidad de crear un hábitat temporal, que me permite desarrollar mi interés por la aplicación de los materiales plásticos en la arquitectura de invernaderos a la vez que responde a la alta demanda de vivienda digna para los temporeros de la zona.
En este caso es la tecnología Prouvé la que sirve de impulso para el inicio del proyecto individual. A partir de la repetición de 3 secciones detalladas que sirven como soporte de la estructura al cual se ancla el policarbonato, surgen 3 módulos flexibles de forma alargada que acogen en su interior espacios destinados al comercio, el hábitat y la producción relacionada con los invernaderos.
Variando en sección y tamaño en función del número de personas que los habiten, estos se adaptan estratégicamente a las necesidades de los temporeros que deben permanecer cerca de los cultivos durante la época de cosecha. Es por ello que además de plantear un diseño de cultivo exterior adaptado al espacio libre entre los módulos, se generan una serie de plazas dotadas de post-its urbanos que no solo actúan como espacios comunes vecinales si no que además garantizan la actividad comercial.
