Con el objetivo de potenciar la comunicación del bario del Cañaveral con el resto de Madrid, se exploran las posibilidades que ofrece la construcción de una gran infraestructura más allá de su concepción como «intercambiador». ¿Es posible ligarla a un hábitat? ¿Pueden convivir en ella otros programas para el barrio? ¿Cómo se relacionan entre ellos?
En efecto un intercambiador puede ser mucho más que eso; quienes llegan a la gran infraestructura del Cañaveral se encuentran dentro un espacio educativo y de vivienda.
Exprimir al máximo el potencial de una gran construcción y explorar como se convive dentro de ella me lleva a lo que he llamado
EL HABITAT DECANTADO:
Viviendas concebidas para poder albergar desde un hippie que viaje en su furgoneta hasta una familia convencional con tres hijos y unas cuantas bicis. Se decantan los espacios activos (salón, habitaciones, estudio…) y los pasivos (cocina, baños, armarios, archivo…); permitiendo así la generación de viviendas especificas en lo activo y colectivas en lo pasivo.
